Bienvenidos a este nuevo espacio, especial para poder
compartirles parte de lo que forma mi vida hoy. Con un profundo agradecimiento
hacia cada uno de los que me acompañaron y me siguen acompañando en este Camino
que transito, que me ayudaron y me ayudan a ser quien hoy siento que soy... vaya
esto como una forma de retribución por tanto amor y tanto apoyo, unidos como
estamos siempre en Dios...
Cristina
¿Qué hacemos en
Yoga?
Muchos creen que Yoga es una "gimnasia suave"... Sí es muy
cierto que trabaja sobre músculos, articulaciones, ligamentos, órganos y
glándulas, ya que uno de sus objetivos es activar el sistema glandular y
reforzar el sistema nervioso, para poder acceder a nuestro máximo potencial de
energía y sentirnos vivos. Cuando un canal energético tiene exceso de energía
(que está estancada) o falta de energía (que está interrumpida), se produce lo
que corporalmente se conoce como enfermedad.
Yoga enseña la relajación como un arte y la respiración como una
ciencia. Al aprender a respirar, podemos acabar con la mayor parte de las
enfermedades, con la tensión, la fatiga y las molestias a las que nos condenamos
debido a la falta de conocimiento y confianza en nosotros mismos, que degenera
en falta de confianza en Dios.
Su principio básico es "Ahimsa", que
significa no-violencia, y que empieza por nuestro instrumento más próximo:
nuestro cuerpo. Desde cómo tomamos y mantenemos una postura (Asana), con todo lo
que eso implica, hasta cómo nos alimentamos, cómo nos hablamos a nosotros
mismos, lo que dejamos entrar en nuestra mente... Nuestro cuerpo es sagrado, es el templo donde habita el Espíritu Divino y no funciona aislado, sino en íntima relación con nuestra mente. Es la parte visible de la mente, así como nuestra mente es la parte no-visible del cuerpo. Yoga nos enseña a controlar los estados mentales y las emociones por medio de recursos múltiples como la respiración, la observación y visualización, la concentración.
Yoga da importancia a nuestra relación con el Universo, y enseña una actitud no-ordinaria, reflejo de un estado interior de devoción y comunión con el Todo. Nos impulsa a ser cada vez más conscientes de nuestros hábitos mentales, condicionamientos y miedos, ayudándonos a develar lo que está oculto en nuestros pensamientos y actos, que nos impide reconocer lo que ya está aquí y ahora: nuestra alegría y nuestra paz. Por ello, Yoga nos remite siempre a nosotros mismos, a auto-observarnos, a reconocer nuestros límites físicos o sutiles, no con el fin de juzgarnos, sino para traspasarlos y lograr disolverlos, en el camino hacia nuestra Verdad esencial...
¡Gracias por estar ahí!
Para consultas de días y horarios, comunicate al 2054-9772 o buscanos en facebook cristal.d.luz